¿Cuántas veces nos ha pasado que tocando un solo sentimos que empieza a ser aburrido? ¿O redundante? ¿Que no sabemos lo suficiente como para dejar de tocar "lo mismo" una y otra vez?
La improvisación es algo que todos los guitarristas (y todos los músicos) trabajamos constantemente pero que muy a menudo lo hacemos por el camino equivocado. Creemos que para improvisar bien hay que aprender todos los acordes posibles, todas las escalas, todas las tonalidades, todas las tensiones y cómo se relacionan todas estas cosas entre sí, para recién ahí inflar el pecho y ponerse a improvisar "como corresponde". Nada más equivocado que ésto.
La improvisación, es cierto, requiere de recursos teóricos y técnicos para enriquecerse, pero por sobre todas las cosas, requiere originalidad. Y la originalidad, al igual que todas las habilidades, es como un músculo que se desarrolla con el trabajo adecuado.
Hay algunos ejercicios para hacer que son perfectamente adaptables a las diferentes capacidades técnicas y teóricas de los lectores de este blog, que sirven justamente para ir "empujando" más allá las propias barreras a la hora de improvisar. De a poco iré posteando algunos de ellos. En esta entrega de "En Clase", les dejo el primero:
Ej.1: Una sola nota.
Tomar una nota cualquiera, en cualquier lugar del diapasón, y tocarla de tantas maneras como nos sea posible imaginar. Por ejemplo:
- Tocarla simplemente pisando normalmente.
- Tocarla haciendo un suave vibrato horizontal con la mano izquierda.
- Tocarla haciendo un vibrato vertical con la mano izquierda. Probar exagerando el vibrato.
- Tocarla haciendo un "slide" rápido desde un tono atrás, donde la nota en cuestión será la nota de destino. Por ejemplo, pisar con el dedo 1 de mano izquierda un "La" (3er cuerda, 2do traste), y al atacar con la púa o dedo la cuerda, deslizar rápidamente el dedo desde "La" hasta "Si" (3er cuerda, 4to traste). La nota que debemos escuchar claramente es "Si", nuestra nota de destino.
- Tocarla haciendo un "slide" rápido desde un tono adelante, pero hacia atrás. Por ejemplo, pisar con el dedo 1 de mano izquierda un "Do#" (3er cuerda, 6to traste), y al atacar con la púa o dedo la cuerda, deslizar rápidamente el dedo desde "Do#" hasta "Si" (3er cuerda, 4to traste). La nota que debemos escuchar claramente es "Si", nuestra nota de destino.
- Tocarla haciendo un "bending" o "estirada" desde un tono atrás. Por ejemplo, pisar con el dedo 3 de mano izquierda un "La" (3er cuerda, 2do traste), y al atacar con la púa o dedo la cuerda, estirar la cuerda desde "La" hasta "Si" (deberíamos llegar a hacer sonar nuestra estirada como el sonido que se encuentra en la 3er cuerda, 4to traste). La nota que debemos escuchar claramente es "Si", nuestra nota de destino.
- Tocarla haciendo un "bending" o "estirada" desde un tono adelante, pero hacia atrás. Por ejemplo, colocar el dedo 3 de mano izquierda ya realizando la estirada del ejemplo anterior (o sea, un "La", pero ya "estirado" hasta "Si"), y al atacar la cuerda con la púa, "desestirar" o volver la cuerda a su tensión original, lo que nos dará un sonido de estirada descendente desde "Si" hasta "La".
Estos son sólo algunos ejemplos. Yo recomiendo pasar un buen rato probando cada una de éstas y otras opciones que se les ocurran, para luego mezclarlas entre sí. Además, si a esa misma nota y cada una de sus opciones, le agregamos diferentes patrones rítmicos tales como tocar en negras, corcheas, semi-corcheas y otras combinaciones, las posibilidades que surgen comienzan a multiplicarse de manera incalculable. Una vez que hayan incorporado algunas opciones, lo que hay que hacer es aplicar esas nuevas "herramientas" a las escalas y modos que sepan, en los temas o progresiones en los que los practiquen, siempre teniendo en mente tocar algo que no hayan tocado antes. Es decir, tocar las notas de siempre pero con un enfoque nuevo, original. Así habrán empujado entonces un poco más, sus propios límites de la improvisación.
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